Saturday, November 28, 2009

Días de Construcciones

Me han venido a la cabeza hoy los días de construcciones en los campamentos de verano. De los 15 días que duraba el campamento, los tres primeros siempre eran para montaje, y los 2 últimos para desmontaje. Disponer de estos días es muy importante ya que es el momento en que los miembros de las ramas tienen que trabajar por el mismo fin: disponer de un cómodo lugar de campamento.


Los campamentos en albergue son muy cómodos, pero yo no los cambio por los campamentos 100% en la naturaleza, con letrinas construidas por los scouts. Letrinas, y todo lo demás: cocinas, vivacs, zapateros, puentes, percheros, estanterías, mesas y bancos, toldos, tendederos, toalleros, verjas, puertas, y la lista podría seguir y seguir. La dificultad de las construcciones varía dependiendo de la rama, y suelen ser los escultas y rovers los que suelen explayarse más y acaban teniendo una autentica ciudadela natural.


En mi grupo, los escultas siempre se construían un "rasking ball". Sitio especialmente dedicado a no hacer nada, y que solía ser utilizado en los ratos de tiempo libre o para la siesta.


Los rovers cada año se retaban a sí mismos por construir el mejor vivac de la historia del grupo. Cada año, la nueva construcción se comparaba con el rememorado "El Califa", un vivac que construyó el clan de algún año allá por los 90, que tenía dos pisos. En la planta baja estaban los cambiadores, las estanterías, zapateros y mochileros. La parte de arriba era la "sala de estar", que se utilizaba para dinámicas y también para dormir. Una auténtica obra de "arquitectura ecológica" que daba pena tener que desmontar después de los 10 días de uso.


Las áreas de cada rama se delimitaban con verjas construidas también con palos y se hacía una puerta de madera y pita. Y en la puerta, el banderín de la rama y un letrero. Los letreros de entrada al campamento de cada año, con nombres siempre indios (Shikara, Waigunga…) todavía se guardan y exponen en los locales del grupo.


Las zonas comunes (cocinas, letrinas, almacenes de comida) que van a ser de uso común de todo el grupo se pueden llevar prefabricadas pero siempre hay trabajo que hacer, y lo mejor es que se distribuya el trabajo en grupos que incluyan personas de todas las ramas.


En definitiva, las construcciones son la mejor oportunidad de trabajo en equipo que he podido ver en los scouts. Estos 3 días los chavales realmente se involucran ya que el resultado de las construcciones es algo que va a hacer su estancia en el campamento más cómoda, pero sobre todo, algo que da al campamento carácter y personalidad: una "creación" de las personas que fueron ese año. Además, nos hace apreciar las comodidades del mundo de hoy en día, que por lo general damos por sentadas. Incentiva la creatividad y la destreza, y hace que cada miembro pueda aportar lo mejor de sí mismo. Una experiencia que recomiendo firmemente, y que priorizaría ante cualquier otra actividad de campamento.

Thursday, November 19, 2009

¡¡¡Diplodocus!!!


El otro día, tomando un café con un amigo scout de la infancia, me hablaba de que hace tan solo unos fines de semana había sido la "acampada de scouters" que desde que yo dejé mi grupo en Murcia, para irme a Dublín, se ha convertido en un evento anual. Superada la envidia que me corroe por perderme esta acampada de recuerdos, me estuvo contando un poco de a lo que se dedicaron.

Las acampadas de scouters son una oportunidad ideal para pasarlo bien recordando los años de lobatos, troperos y más. Ser scouter es muy gratificante, pero lo cierto es que al final tiene un punto de pseudo-trabajo, así que creo que fue una idea genial fundar esta acampada en que los adultos van a pasarselo bien, como si estuvieran en un gran clan de gente ya mayor pero no por ello menos entusiasta. Se puede hacer cualquier cosa: dinámicas, excursiones, o un repaso de arriba a abajo al cancionero del grupo, desde "La flor roja" hasta "La laguna azul", pasando por el "Ani-cuni". Nostalgia asegurada. Sobre todo si el grupo tiene ya años y esta acampada es un reencuentro con la gente con la que creciste. Se puede invitar también a antiguos scouters.

Mi asombro mayor fue al enterarme de que este año, tras entonar unos acordes después de cenar, se habían puesto todos a jugar a "la luciernaga". Cara de confusión por mi parte. -¿Qué luciérnaga?- A lo cual mi amigo contesta que seguramente en mi generación ya lo llamaban "Diplodocus". -¡¡El diplodocus!! ¡¡Claro!!-. Brillante juego. Así que ya que estoy lo explico y os dejo la idea. :)

El diplodocus, luciernaga, o como se le quiera llamar, es este juego nocturno en el que el líder (puede ser el scouter o no, pero siempre alguien con cuento) va contando una historia mientras el grupo va caminando en la noche. La historia puede ser desde lo más absurda hasta una historia de miedo, y obviamente se puede ir adaptando según el grupo de edad. Cuando a lo largo de la historia el narrador pronuncia la palabra clave "diplodocus" -y Antoñito iba andando por el monte y de pronto se encontró un ... ¡¡DIPLODOCUS!!- todo el mundo corre a esconderse y el narrador cuenta hasta 20 y cuando ha terminado enciende una linterna y empieza a enfocar a la gente escondida e identificarla. Al nombrar a los participantes estos se descalifican y tienen que salir del escondite. El que cuenta el cuento puede ir variando, y así también la persona que busca con la linterna, y el paseo nocturno puede ir alargándose lo que uno quiera.

Bueno pues ya queda explicado este juego y lo que es una acampada de scouters. Solo decir que lo grande de este juego es que en mi grupo, independientemente del nombre, todas las generaciones lo acaban conociendo y jugando a él. Y es que hay juegos que al final tienen magia por su historia, más que por su contenido, y merece la pena juntarse de grandes para volver a jugarlos. ¡Espero que lo disfrutéis a cualquier edad!



Saturday, November 7, 2009

¡Reciclando!


El reciclaje es un tema básico en el que los scouts deben estar involucrados. Les enseña a vincular el respeto del scout por la naturaleza con el día a día en su ecosistema: la ciudad.

Recientemente, he llevado a cabo actividades con mis castores en Dublín para que ya de pequeños se empiecen a mentalizar de la importancia del reciclaje. Como parte de la huella verde, en un primer día fuimos de excursión por el barrio. Los dividimos en dos grupos y les dijimos que tenían que ir con los ojos bien abiertos para localizar todos los tipos de basura que encontraban por el suelo, que no debería estar ahí. Así mismo, les fuimos haciendo buscar papeleras. De vuelta en el local hicimos un quiz acerca de lo que habíamos visto en la excursión: "cuál es el trozo de basura más grande que habéis visto", "qué tipo de basura había más a menudo", "qué ha sido lo más raro que habéis visto", etc...

Al final de esta primera reunión se les pidió que fueran recogiendo durante la semana cosas en casa que pudieran servir para construir una nave espacial con materiales utilizados (cajas de cereales, rollos de papel higiénico, periódicos usados, palitos de piruleta, papeles de caramelo...). En la siguiente reunión trajeron todos estos materiales y con ellos tuvieron que construir dos naves espaciales (por grupos). Los scouters también contribuimos con otros materiales y pegamentos y pinturas.

En esta misma reunión les hablamos de los diferentes tipos de basura y de la necesidad de separar. Recordamos donde estaban los contenedores del barrio e hicimos una carrera de relevos temática. Pusimos tres cubos: uno azul, uno amarillo y uno marrón. Y los castores tenían un cubo con diferentes items (manzana, papel, plásticos, papel de plata, cajas de cartón, etc...). Mediante esta carrera de relevos tenían que ir dejando la basura en su cubo correspondiente.

Estas actividades son también aptas para manada. Para tropa y escultas se pueden llevar a cabo actividades de colaboración con el barrio, como batidas, o visita a la planta de reciclaje si es posible.